domingo, marzo 06, 2011

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Michoacán es el paraíso de la comida.

En este mini-viaje, he comido uchepos, corundas, chile relleno de carnitas y enchiladas. Sólo me faltó iniciar cada ritual con un grito de: ¡lonjas, vengan a mí!

Hace años que no iba a Morelia. Ha cambiado mucho, me agradó encontrarla más limpia, con clases dominicales de zumba en plena calle y gente en bicicleta y patines vagando por la calle Madero.

Quizá lo único que no me hizo feliz fue disponer de tampoco tiempo, snif.

PD: Prometo subir las fotos algún día.

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