miércoles, noviembre 30, 2011

21

Hay días que la vida no da para concentrarse. Éste ha sido uno de ellos. Puedo culpar a los nuevos vecinos, al cansancio, al que quise que fuera y no fue, a la vida, pero eso no hará que termine mañana el capítulo que debí terminar hace un mes. Hay mucho que me queda por aprender, por ejemplo, que lo urgente no le debe quitar tiempo a lo importante.

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