viernes, junio 17, 2005

cinco por uno

Ayer vi en las noticias el caso de un matrimonio que tuvo quintillizos... ¡quintillizos! Caray, debe ser bellísimo tener cinco hijos, pero, ¿juntos?
Imagino cómo acaban los papás y agregados culturales después de alimentarlos, cambiar montones de pañales y escuchar frecuentes conciertos de llanto.
Si a mis papás poco les faltó para volverse locos (¿o ya estaban?) con una sola hija; aunque, bueno, lo acepto, era un remolino; tal vez aún lo soy. En fin.

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