En estos días, que hay tantos anuncios de regalos para papá, recordé que al mío le di postales, fotos, libros, camisas, tequila, salidas a comer y cuanto se me ocurría.
Las postales, las fotos, los libros y demás chunchitos los tengo yo. Él se llevó todo lo que disfrutó esas cosas, mis travesuras y ocurrencias, las eternas conversaciones de política, los besos y abrazos, los berrinches, las ilusiones y satisfacciones, las comidas, los viajes y esos tequilas que nos echamos hace dos años, cuando ninguno de nosotros sabía que sería el último día del padre juntos.
Este 19 de junio hará exactamente un año y medio que murió Luis, mi papá; y, rayos, es día del padre; y además, cumpleaños de mi mamá. Será un día especial.
4 comentarios:
me tocaste mi pedazo de corazón malparido. te abrazo enorme y le mando un apretón de ojos a tu papá a donde sé que está.
El otro día vi un post en tu blog y me sorprendió, tu papá también se llama Luis.
Justo el lunes en Consejo, Don Sabás nos leyó un pasaje de la escritura en la cual nos decía (no textual porque tengo memoria de teflón, sino más bien la idea): Ustedes, servidores, no echen en saco roto la gracia que les he dado y pónganla al servicio de los demás. Desde su realidad siempre tendrán algo que dar a los demás. Ahora que viene el día del Padre, desde mi realidad, que aún no logro descifrar con claridad, te aseguro que tu papi estará satisfecho y orgulloso de la hija que dejó aquí, y que está al servicio de cuantos se dejen. jeje. Confío en que entre los dos, tu papi y mi mami, no nos desamparen nunca. Un gran abrazo
Nunca nos desampararán, Monique. Eso tenlo por seguro.
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