domingo, enero 23, 2011

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Mi mamá sí que es una mujer perseverante, lleva muchos años (tantos que ya no sabemos cuántos) tratando de instruirme en el arte de la fascinación por la moda y las compras. Ir con ella implica una aventura de varias horas y, a veces, atravesar la ciudad, no para renovar el guardarropa de un jalón, sino para hacer compra-hormiga: un saco un día, un vestido el siguiente fin de semana y así. Siempre se queja de mis típicos "no me gusta", "no me gusta", "no me gusta", "a la lista de cosas que no me pondría, suma esa cosa", a veces hasta me siento una Andy (de The devil wears Prada) región 4; pero hoy, tras verme enloquecer entre una variedad de vestidos rojos y fucsia, mamá declaró su triunfo, no recuerdo cómo lo dijo, pero dejó claro que por fin me acarreó al lado oscuro (una especie de confirmación de mi condición de Andy región 4)... no hubo modo de negarlo, de mi brazo colgaban un pantalón y dos blusas, dos de las tres prendas eran de los "avances de temporada".

5 comentarios:

Corina Ruiz-Flores Frausto dijo...

Jajajaja, qué divertido! me estuve imaginando toda la escena!

Está bien un poco de lado oscuro, ¿no crees?... :)

Miguel Vivas dijo...

Es lo que tienen las mamis... Besos y mordiscos.

Dorix dijo...

Sí, es genial :)

La Blu dijo...

Hay que verte pronto para chulearte :)

Dorix dijo...

Tendrá que salir el sol para que yo me ponga esas garritas. Con esto de que el frío se niega a irse.