viernes, noviembre 04, 2011

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¿Quién aparece en la inauguración de una exposición pictórica que parece pasarela, en vestido fucsia de algodón, mallas grises y Converse? Sí, ya sabemos quién. En mi defensa (aunque no tenga nada que decir en mi defensa), he de decir que no estaba entre mis planes terminar ahí; que me gusta llamar la atención, pero no de esa manera. No me hacen feliz las inauguraciones, tal vez porque no me encanta el protocolo. Pero esta noche el protocolo fue lo de menos, lo que me alteró fue llamar la atención con mi atuendo simplón, en medio de más de 100 personas que desfilaban enfundadas en Armani y Versace, con cabelleras perfectas, maquillajes perfectos y ese modo tan característico de hablar; hubo quien se colgó hasta el zorro, hubo quien le hizo el feo a pintores de cierta trayectoria, porque ahí no importaba saber de arte, sino codearse entre iguales, reír con el pintor que juraba no saber dónde estaba Aguascalientes y la calificó despectivamente de "provincia" (gran cultura general la suya, me ha sorprendido hasta el extremo) y fingir atención ante la autoridad que confunde el cabestrillo con la vanguardia (su amplio vocabulario también me ha conmovido hasta las lágrimas). Quizá lo más loco fue observar las reacciones de quienes claramente no éramos parte del hábitat: actuar como si se fuera uno de ellos ante la clara evidencia de lo contrario, socializar frente a miradas cruzadas al forastero, aislarse tan pronto se cortó el listón, disparar ideas en Evernote para venir a postear. Quizá lo más divertido fue terminar en una pulquería que me ha dejado claro que tomar pulque antes era medio naco, gooooooooooooei y ahora es chido, goooooooooooooei.

2 comentarios:

Ulises dijo...

¡Oh! Vaya que en esta clase de multitudes unos y otros no se merecen.
Y que el tiempo es circular: un año después, Umberto Guerini confesaba haber preguntado al taxista "¿por qué 'Aguascalientes'?".
Fucsia, eh. Me recordó cierta camisa a franjas naranja con beige y ocre.
Lo bueno, que el aislamiento por divergencia en la etiqueta permite una mejor apreciación de 'ellos'.

Dorix dijo...

Sí, vaya que el tiempo es circular.
No conozco esa camisa, pero creo saber a quién pertenece.
Y sí, algo hay de una apreciación de "ellos" desde fuera, en esa extraña frontera donde, como dices, "unos y otros no se merecen".