jueves, mayo 26, 2011

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Internarse en territorio hostil vale la pena cuando se recibe a cambio la versión impresa de una carta que trae felicidad.

Aunque no sean tan comentadas, las tonterías que una escribe en Twitter bajo el influjo de toneladas de medicamentos (para la salmonelosis, no para hacer mi cerebro tan eficiente como el de Bradley Cooper en Sin límite) pueden ser recordadas. Oh, por Dios.

Ser soltero(a) está de moda... o, al menos, es una tendencia que se extiende. El vicepresidente del INEGI, al presentar los resultados del Censo 2010 en la UAA, señaló que la soltería aumenta respecto a los censos de 1990 y 2000.

Darse cuenta de que una envió a la jefa una presentación sin salvar los cambios finales... en plena exposición... no tiene precio.

Descubrir que no sé cómo decir "apestoso" en francés tampoco tiene precio.

Mmmm, esto empieza a volverse un listado de cosas que "no tienen precio", habrá que agregar atinarle, en el primer intento, a una lectura melódica en solfeo; corroborar, en la misma clase, que lo mío lo mío lo mío no es el ritmo; y haber vuelto a comer un pay de limón, tras las restricciones recomendadas por el médico.

Lección del día: No estar viendo el timeline durante la clase de solfeo.

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