lunes, septiembre 05, 2011

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Esta mañana Sofía me recordó que debo reconocer mis limitaciones. Snif, tiene toda la razón. A veces el cuerpecillo grita para que una le baje al ritmo de trabajo. Ya gritó, a través de un ojo, bububu.

2 comentarios:

Tony Valderrama dijo...

Cuídate y que te mejors pronto. Un abrazo...

Dorix dijo...

Hoy ya se ve mejor. Al menos ya no asusto a la gente :)