miércoles, septiembre 14, 2011

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Este bonito blog corre el riesgo de convertirse en un homenaje a la publicidad del Palacio de Hierro. He aquí un episodio más de "Porque un psicoanalista nunca entenderá el poder curativo de...", pero esta vez no se trató de un vestido nuevo, sino de un par de comentarios:

"¿Usted es la maestra? Perdón, pensé que era alumna, se ve muy joven".

"Te ves muy guapa con esa combinación de colores, Doris".

No importa que las horas no alcancen para mi condición extrema de multi-tareas. Tampoco importa que siga haciendo tarea de noche, a sabiendas de que debo madrugar. Ni siquiera importa que haya vuelto a entonar eso de "ya me canso de escribir y no amanece". Lo que importa son los puntos que dos frases dichas sin pensar pueden aumentar en eso que llaman autoestima, ji ji ji.

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