lunes, junio 27, 2011

177

Limpiar cajones resulta terapéutico, sobre todo cuando una se encierra, empijamada, toda la tarde, con la garganta hecha pedazos. Sucede que el sábado cayó una tormenta tremenda en Agüitas (ocurrió lo no habitual por estos rumbos, hubo árboles caídos, inundaciones, caos con la electricidad, en fin) y a alguien se le ocurrió salir al patio (con una lamparita de pilas, porque la luz se había ido) a cubrir la casita del perro, para que éste no se mojara y no terminara con algo como neumonía. Sí, fue a mí. ¡Aplausos! Ahora la enferma soy yo... pero hice mi buena obra de sábado por la noche.

2 comentarios:

Angie dijo...

DORIS:

si, ahora eres una superheroina
jajajaja
y un perro vive gracias a este acto heroico
aunque ahora tu tienes neumonia

saludos y cuidate

Dorix dijo...

No, no, no, yo no tengo neumonía, sólo la garganta irritada, ¿para qué quiero más? Como sea, que nadie subestime el poder del té de manzanilla con miel y limón. Hey, eso merece un post.