martes, junio 14, 2011

190

Cuando desperté, el nudo ya no estaba ahí. Contrario a lo que me enseñó mi papá, muchas veces me he preguntado por qué no se resuelven los problemas solos, algo como que una vaya a dormir y, al despertar, por arte de magia, el problema en cuestión haya desaparecido. Ocurrió, hoy me fui a tomar una siesta y, un trámite que estaba hecho nudo desde hace días, se resolvió.

No hay comentarios.: