lunes, julio 25, 2011

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Me encantaría tener algo lindo que contar. Lo cierto es que la burocracia no me deja vivir. Se supone que los mil y un procedimientos administrativos están pensados para hacer todo más eficiente, pero no falta que alguien descubra asuntos impostergables sin los cuales no se puede continuar un trámite justo el último día que se debería firmar un contrato... o tres. A veces la eficiencia administrativa no lo es tanto. A veces una pierde horas y días que deberían estar destinadas al trabajo, en resolver asuntos administrativos que nada tienen que ver con el trabajo. A veces una viene y contamina este bonito blog (¿realmente es bonito?) para vomitar las cosas que debieron quedarse en el trabajo. En fin.

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